Según se sabe después de siete meses creciendo en el vientre de su madre, un feto humano pasa la mayor parte del tiempo durmiendo. Pero la pregunta es: ¿sueña?
Según estudio del cerebro de fetos de oveja inmaduros, neurocientíficos de la Universidad Friedrich Schiller de Jena, en Alemania, en colaboración con el matemático Karin Schwab, han demostrado que estos animales sí sueñan antes de nacer, incluso semanas antes de que aparezca el movimiento rápido del globo ocular o REM. Las conclusiones podrían extrapolarse al ser humano.
El hallazgo fue realizado gracias a un análisis matemático de la actividad cerebral registrada directamente de fetos de oveja de 106 días de gestación. Los resultados podrían ayudar a comprender qué sentido tiene “dormir”, además de ayudar a identificar los períodos del desarrollo en los que el cerebro es especialmente vulnerable y puede sufrir daños irreversibles. En el futuro, Schwab se propone usar el mismo método para averiguar cómo afectan los ruidos, el estrés y otros estímulos ambientales al desarrollo del feto, y cómo influye en la susceptibilidad a ciertas enfermedades durante la vida adulta.
La investigación ha sido publicada en un número especial de la revista Chaos, publicada por el Instituto Americano de Física (AIP). El número está dedicado a la dinámica de sistemas no lineales (sistemas cuyo comportamiento no es expresable como la suma de los comportamientos de sus componentes) aplicada al estudio de sistemas neuronales, y muestra a través de diferentes estudios cómo el caos puede ayudar a entender el funcionamiento de nuestro cerebro.
Fuente: Muy Interesante
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