Guía para el truene

Los que ya tengan clara la decisión de decir adiós deben seguir los siguientes puntos:

1. El contacto visual: desde el momento en que se saluda a la persona y durante toda la charla se le tiene que ver fijamente a los ojos, pues esto es una señal de honestidad y sinceridad, algo que ambos agradecerán.

2. La atención: escuchar al otro es básico. En este tipo de circunstancias no debe permitirse el monólogo, ya que el individuo que está terminando la relación suele hablar demasiado, por lo que trunca la comunicación y la interacción de la información; es preferible un sano diálogo.

3. Los pies: la dirección del cuerpo dice mucho de uno mismo. Así que la mejor posición es sentarse con la espalda recta y los pies dirigidos hacia el otro, lo que significa que se está tomando en cuenta a la persona.

4. Evitar el contacto físico: ya que se está cerrando un ciclo es sustancial no tener contacto directo con el otro para que no se confundan los sentimientos, es decir, nada de abrazos, caricias y mucho menos besos.

5. Manos quietas: cuando se experimentan nervios es común tocarse el cabello o la cara; lo mejor es mantener las manos sobre la mesa y moverlas si se quiere reforzar el discurso.

6. Nada cruzado: prohibido cruzar los brazos o las piernas, porque esto representa para el otro una barrera personal que cierra toda comunicación.

7. Mantener la distancia: normalmente debe considerarse el largo de un brazo de separación entre ambas personas.

“Cuando la conversación haya llegado a su fin lo mejor es despedirse de la persona con un beso en la mejilla, evitando los abrazos que suelen ser signo de mayor intimidad y cercanía”, concluye el experto.

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